El valor de la niñez para Lewis.

Escrito por Claudia Sáenz

Conocí Las Crónicas De Narnia a la edad de seis años, (sí, vi la película en el canal de Disney) sin embargo, en ese momento no me percaté de algo importante: los protagonistas eran niños. Años después, cuando decidí leer los siete libros y conocer más del trabajo de C. S. Lewis comprendí que los protagonistas de todos los libros son niños. Quizá existan diferentes historias, incluso diferentes protagonistas, pero la trama es la misma: un niño salvando Narnia.

¿Por qué es importante esto?

En la época en las que se escribieron Las Crónicas de Narnia la niñez era muy diferente a lo que es ahora. El trato de los adultos hacia los infantes era muy diferente al actual y había un porqué: los adultos trataban a los niños con dignidad. Hablar de temas como la guerra, la muerte, la pobreza, el hambre, etc era algo cotidiano. Los adultos preparaban a los niños para afrontar este mundo lleno de dificultades.

Lewis jamás permitió que la sociedad viera a los niños como seres tontos, les dio el valor que tenían. Los animó, a través de sus historias, a verse a sí mismos como valientes guerreros, como reinas benevolentes y valientes, como espadachines preparados para la batalla.

¿Dónde quedaron estos niños? ¿Dónde quedó esa generación?

Los años pasan, y el confort afecta el carácter. No me malinterpreten, no deseo que haya guerras, que los hombres mueran o que vivan momentos difíciles. Lo único que deseo es que los adultos vean el tesoro que tienen en sus manos, que la vida de un niño vale muchísimo pues nuestro ejemplo, nuestras palabras y actitudes impactan en la niñez.

Un niño no está diseñado para quedarse todo el día sentado frente a una televisión, o para recibir como respuesta a sus preguntas: "Eres muy pequeño, no lo entenderás", o para ser menospreciado por otros. Un niño está diseñado para hacer que su generación sea mejor que la anterior, aprendiendo de los errores de sus padres. Es por ello que la responsabilidad de los adultos es preparar a los niños para afrontar el mundo de la manera más justa y piadosa posible, impactándolo contraculturalmente. Para ello se requiere esfuerzo y negarse a uno mismo para ver por otros, se debe dejar de lado el yo para que nuestros hijos puedan ver el nosotros. Somos un nosotros.

Sé intencional. Busca formas en las que puedas ayudar a la generación actual a llenarse de cosas buenas, a formar su carácter de tal manera que se conviertan en jóvenes y adultos pensantes, firmes en sus convicciones y arraigados en buenos valores.

¿Aceptarás el reto?