Los dos contrastes: Aravis y Shasta

Los dos contrastes: Aravis y Shasta

Escrito por Lexy de la Rosa


Cuando leí por primera vez “El Caballo y El Muchacho” fue inevitable para mí no pensar en los contrastes que nos ofrecen Shasta y Aravis en esta historia, acerca del cómo buscamos respuestas para encaminar nuestras vidas. Personalmente creo que los seres humanos somos como estos dos personajes, a veces queremos encontrar el porqué de nuestra vida y cómo tuvo o tenían que pasar las cosas, a veces nos encontramos en situaciones donde el sufrimiento es lo único que vemos y, en nuestro deseo de no sufrir más, buscamos la salida más fácil que es huir, y a veces en un acto de rebeldía solemos escapar de lo que nos atormenta, como Aravis lo hizo. Ella buscaba respuestas, pero el dolor de su corazón y su idea de permanecer fuerte no le permitían ver con claridad su historia y el cómo estaba siendo contada. Al final, el Gran León tuvo su encuentro con ella y fue cuando ella pudo entender cada evento que tuvo que pasar.


Por otro lado, tenemos a Shasta que, en contraste con Aravis, él anhelaba las respuestas del porqué de su vida y del cómo se dio su historia, porque él no sabía nada acerca de sí mismo. En su corazón él anhelaba un propósito y las respuestas que necesitaba las obtuvo al tener su emotivo encuentro con Aslan donde él le preguntaba y Él le contestaba; obtuvo las respuestas que necesitaba para seguir adelante con su vida, no fue un proceso fácil pero el resultado final fue impactante y más allá de lo que podía pensar.


Mi punto en cuanto a los contrastes es este: querer y necesitar no son la misma cosa. A veces queremos saber el porqué de nuestras desgracias o el porqué de nuestras circunstancias y en nuestro afán de saber las respuestas hacemos cosas de las que después somos responsables y aunque lleguemos o no a conseguir las respuestas que buscamos ya habremos tenido algunas consecuencias por nuestro deseo de buscar lo que aún no se nos puede revelar.
Cuando necesitamos saber las respuestas de todo lo que pasa a nuestro alrededor y del porqué las cosas tuvieron que pasar así, somos pacientes porque estamos dispuestos a esperar a que llegue el momento indicado en el que estemos listos para esas respuestas, sin embargo, esa espera se vuelve dolorosa, pero será un dolor peculiar porque será un dolor esperanzador, ya que seguiremos esperando en enigmas, pero confiados en que, aunque no sepamos el porqué de lo que está ocurriendo sabremos que al final todo habrá valido la pena porque tenía un propósito más allá de lo que podemos imaginar.

Entonces, ¿qué nos motivara al buscar las respuestas, el querer como Aravis o la necesidad como Shasta?


“-Niño -respondió la Voz-, te estoy contando tu historia, no la suya. A cada uno le cuento su propia historia, y ninguna otra.”

-Las Crónicas de Narnia: El Caballo y El Muchacho”


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